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El 26 de noviembre, Málaga, es un escenario vibrante de humanidad y esperanza. La 3ª Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia, un movimiento que está recorriendo el mundo con un mensaje renovado sobre la Noviolencia como metodología de acción.
Desde la emblemática Plaza de la Merced, en una manifestación de la capacidad humana para la convivencia noviolenta y la acción colectiva. La marcha, que comenzó en Costa Rica el 2 de octubre y culminará en el mismo país en enero de 2025, busca denunciar la peligrosa situación mundial actual, marcada por el riesgo de conflictos nucleares y el aumento del gasto en armamento, mientras que muchas poblaciones sufren la marginación por la falta de derechos humanos básicos.
Ya en 2009, la ciudad participó activamente en la organización de la primera marcha, y este año, ha vuelto a tomar la iniciativa, demostrando su compromiso con los ideales de la marcha. La jornada en Málaga congregó a voluntarios humanistas que cantando eslóganes de Paz, Fuerza y Alegría marcaron un estilo e influencia en los vecinos, tanto locales como visitantes que acompañaban dando aliento a los manifestantes.
Los temas centrales de la marcha resuenan con urgencia: la prohibición de las armas nucleares, la objeción de conciencia como derecho fundamental, la denuncia del expolio de recursos naturales, y la integración de sistemas socioeconómicos que garanticen bienestar para todos. Estos son los pilares sobre los que se construye un futuro sin hambre, sin discriminación y, lo más importante, sin violencia.
La marcha según manifestaron sus portavoces, es una señal que cobra fuerza cuando las personas toman para sí el aprendizaje de la acción noviolenta en la vida cotidiana. Denuncian como se ha instalado el dinero como un valor central y desde ahí como los dirigentes, líderes y referentes sociales actúan y justifican su acción mostrando la ineficacia de sus soluciones. El resultado de este modelo es que la violencia crece, se naturaliza y se extiende en todos los rincones del planeta generando una sociedad fragmentada.
Para compensar el mundo alterado y violento en el que vivimos, se invitó a reflexionar sobre: ¿Qué podemos hacer, todos los días, para parar las guerras y la violencia? Hay una marcha externa, llena de colorido y actividades y también una marcha interna, que nos invita a conocernos mejor, a desterrar el encerramiento y el egoísmo, a fomentar el dialogo y el encuentro. Cada uno puede tener presente la “regla de oro de la convivencia” que dice “trata a los demás como quieres que te traten” y llevarla a la practica en su vida cotidiana.
No somos un granito de arena en la construcción del futuro, cada persona es el engranaje fundamental del cambio de rumbo, reconstruyendo las amistades, uniendo a las familias y dando fuerza a las organizaciones sociales que hoy padecen un institucionalismo deshumanizante.
La 3ª Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia es una invitación a creer que otro mundo es posible, un mundo donde la «noviolencia» no es solo un ideal, sino una práctica diaria, una metodología de acción que se enseña y se vive. Es un llamado a cada individuo, grupo e institución a demostrar con acciones su compromiso con la paz y la noviolencia.
Las actividades de la marcha en Málaga seguirán hasta el 5 de enero, fecha en que concluye esta campaña en Costa Rica, seguiremos convocando para aumentar esta señal y así crear las mejores condiciones para la futura 4ª Marcha. Así cerraron su discurso en la Plaza de la Constitución, dejando una invitación abierta a todos los ciudadanos de la ciudad y sus organizaciones.