En Cádiz, en el Castillo de Santa Catalina, a las 19:00, se realizó un singular evento denominado “Bailamos por la Paz”, organizado por Mundo Sin Guerras y Sin Violencia y otros colectivos, que se dieron cita para apoyar el paso de la Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia.
Un espacio abierto para la poesía, música, teatralizaciones y bailes, con micro abierto para exponer lo que hace cada agrupación.
Paco Palomo, miembro de la asociación Cádiz por la No-Violencia, impulsor del acto en el que también participaron: Eduardo Godino, Carmen Marín, Carmen P. Orihuela, María Désirée, Juanma Vázquez, Mery y Maverir de “Aro que Swing”, Espacio Quiñones y Michelle, todos ellos artistas, poetas, bailarines, entre otros.
Palomo, se preguntó: “¿y qué es la noviolencia activa?”, respondiendo: “la no-violencia practica la protesta, la desobediencia civil, la no colaboración, el respeto a los demás.
Es también el “no hacer daño” al otro, el aceptar la diversidad y la ayuda mutua
Es también el “no hacer daño” al otro, el aceptar la diversidad y la ayuda mutua. La no-violencia es una práctica ético-política que rechaza el uso de la agresión, en cualquiera de sus formas.
Se opone al uso de la fuerza como medio y como fin, porque considera que todo acto violento genera más violencia…”
Continuó: “También es este acto, para recibir a la 2ª Marcha Mundial que comenzó en Madrid, el 2 de octubre, y que después de Andalucía pasará a África, América y al resto de continentes.
Y ahora a ellos, a los marchantes, les damos la palabra. Hoy aquí, destacamos la mayor participación de integrantes del sexo femenino. Igual que está pasando en muchas zonas del planeta. Las mujeres se involucran más y son las más activas”.
Después hablaron los miembros del Equipo Base de la Marcha Mundial
Después hablaron los miembros del Equipo Base de la Marcha Mundial, Luis Silva sobre las acciones de la MM, Sonia Venegas acerca de la participación de las universidades y Rafael del Rubia destacó el falso relato que se había instalado en algunos lugares sobre: “El temor al diferente, según su color de piel, lengua, religión, procedencia, etc. que servía para generar desconfianza, promover conflictos y en última instancia guerras.
Destacando que, la experiencia directa del contacto con la gente de distintos países, es que a pesar de todas esas diferencias, a lo que la gente aspira en todas las latitudes es conseguir una vida digna y honesta para él y para con sus seres queridos… Todo lo demás son historias inventadas para crear miedo, desviar problemas y así manipular mejor a la gente.”
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